Papá ya no mola

De repente papa ya no es tan “guai” como antes, ya no es tan divertido hacer cosas con él, y a las preguntas que formula empezando por ¿vamos a …? Las respuestas que recibe son de ¡nooo…! Con un tono de hastío que me hace plantearme si esta desgana es nueva o si siempre fue así, solo que aceptaban por no herir mis sentimientos. La verdad es que no puedo competir con la reunión vespertina de compañeros de clase en Fornite, o con youtubers que se asfixian diciendo sandeces, atropellando palabras. Siento que se me acaba el tiempo y me veo como un docente novato a finales de curso, repasando mentalmente el temario que está obligado a impartir, por si con las prisas se dejó algo en el tintero. Sé que me va a costar, pero tendré que volver a acostumbrarme a tomar, caliente, el café.