Mil maneras de decir "te quiero".
Decir "te quiero" es algo tan íntimo entre dos personas que no se expresa de cualquier modo o en cualquier momento como se ve en las películas. La realidad es que no sabemos actuar así. Con nuestros hijos necesitamos un contexto determinado que casi siempre está relacionado con las despedidas, como por la noche antes de apagar la luz, o por la mañana acompañando al beso en la puerta del cole.
Pero,… ¿qué sucede si no estamos ahí por las noches o no podemos llevarlos al colegio? ¿Qué ocurre si las costumbres de casa son otras y en esos momentos no estamos por la labor? Pues en realidad no pasa nada.
Es cierto que decirles a menudo “te quiero” es enseñarles a verbalizar sus sentimientos con naturalidad (sin esa vergüenza generacional que nosotros arrastramos estúpidamente). Pero como bien sabemos todos, más que los "dichos" importan los "hechos". Así que si en casa no son muy dados a susurrar te quieros a sus hijos, sepan que solo es un detalle sin importancia siempre y cuando no olviden que ... los abrazos han de ser largos, que si pueden caminen juntos de la mano, que enroscarse para dormir o ver una peli en el sofá es un encanto y, que el "te quiero" gritado más alto, no es el que generan nuestras cuerdas vocales , sino el que sienten nuestros hijos con cada beso y el que, cada vez que apoyan la cabeza en nuestro pecho, les susurran los latidos de nuestro corazón.
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