El niño y su derecho al tiempo.
-¡Papá espérame !- me dice mi niño pequeño que se ha detenido junto al tronco de un árbol a “rescatar un caracol en apuros”. -No puedo cariño, tienes que andar tú más deprisa hasta alcanzarnos- le respondo yo que, junto con su hermano, voy caminando hacia el coche a unos metros de distancia-. -¡Pero papá, ¿por qué no me esperas ?!- pregunta mi hijo indignado. -Lo lamento mucho, Cielo, pero esta es la mísera vida que os vamos a dejar los mayores: una vida que no espera -. Vivimos tan obsesionados con el dinero que pensamos que todas las cosas importantes de la vida se pueden conseguir o mejorar con un buen fajo de billetes. Cuántas veces hemos oído eso de “ el dinero no da la felicidad pero ayuda a conseguirla ” cuántas “ el dinero no da la felicidad pero calma los nervios ” y lo cierto es que existen pocas cosas que no se pueden adquirir con él. Pero no se engañen, lo más valioso en la vida no es el dinero sino el tiempo. De nada sirve ser millonario si te dia...