Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2022

El despertar de un Ángel.

Imagen
  Son las ocho de la mañana, entro en la habitación aún en penumbra donde duermen mis hijos y con voz queda, voy anunciando un “ buenos días ” melodioso y acompañado. Luego me siento en cada cama y empiezo a recorrer sus espaldas.  Primero simulando el caminar de una hormiga con mis dedos índice y corazón, desde la cintura hasta su cuello:  “ viene una hormiguita, viene una hormiguita, viene una hormiguita, por aquí  ”. Luego aparece el elefante,haciendo el mismo camino, solo que utilizando para ello el tacto de los nudillos de mi mano.  “ Sube un elefante, sube un elefante, sube un elefante, por aquí ”. Después repito con otra hormiga y elefante, solo que esta vez están cojos y caminan por su espalda haciendo más presión con un pie y a un ritmo diferente. Luego viene el cangrejo ermitaño al que le gusta esconderse en todos los huecos.  (En las axilas, en las orejas, en el costado). “ Viene el cangrejito, viene el cangrejito, viene el cangrejito y se esco...

Creo en ti.

Imagen
  Creo en ti,               en tus progresos,               en tus esfuerzos,               en tus volver a intentarlo. Creo en ti,               en tus “ yo lo hago, no me ayudes ”,               en tus silencios calculando sumas,               en tus pronunciaciones sílaba a sílaba hasta leer cada palabra. Creo en ti,               en tus “ papá, cierra los ojos ”,               en tus “ papi, mira lo que hago ”,               y en tus “  lo siento, te quiero mucho... ¡mua!” ...

Todo empieza en casa.

Imagen
  Mis dos hijos son celíacos. Yo no puedo controlar el mundo que les rodea, no puedo evitar que a veces ingieran trazas de gluten cuando salen fuera, pero sí puedo cuidar que en casa, sus niveles sean tan bajos, que si se contaminan no llegue a afectarles demasiado.   Pues lo mismo ocurre con todo lo demás. No podemos controlar el ambiente que rodea a nuestros hijos y, sí o sí van a tener contacto con aquello de lo que tratamos de protegerlos.   Ahí fuera está la comida basura, el sedentarismo de los patinetes eléctricos, las palabrotas y expresiones malsonantes, el hipnotismo de los móviles, el uso de la mentira a causa de la envidia, el “te daño porque puedo”, el erigirse como víctima del sistema en vez de aprovechar las posibilidades que el sistema te da. Ahí fuera, lejos de casa y del radio de acción de los padres, nuestros hijos flirtearán con el alcohol y el tabaco. Tendrán su lucha personal con el “no” cuando los demás digan “si”. Y es que ahí fuera se encuentra la...