CONSEJO V. Palabras llave.
Existen palabras, frases,
expresiones... que van mucho más allá de la comunicación verbal cotidiana.
“Buenos días, por favor,
muchas gracias, lo siento, señor, señora, …” son significantes cuyos significados
nos conectan directamente con nuestro interlocutor.
Cuando pedís algo agregando la
frase “por favor” y además lo hacéis mirando a los ojos, estáis
indicándole a la otra persona que confiáis en que lo puede hacer y que lo
logrará, generando una empatía que hoy en día hace mucha falta entre las
personas.
Cuando dais las gracias,
estáis reconociendo el trabajo, la ayuda y la importancia que pueda tener
aquello que la otra persona hizo por vosotros. Y si además lo hacéis mirándola
a la cara, haréis sentir muy bien a quien os ha ayudado pues todos somos de la
misma naturaleza humana y muy receptivos al cariño, gratitud, respeto,
reconocimiento, admiración, compasión y comprensión.
Convertid en hábito las
palabras llave pues los buenos modales no cuestan ni duelen y a cambio solo
recibiréis cosas buenas, ya sea de los otros o de vuestra propia autoestima.
En los tiempos que corren son
estas palabras lo más parecido a dar la mano o un abrazo. Son llaves que abren
las puertas que atraviesan las corazas que un día creamos para evitar que nos
hicieran daño.
Son las palabras llave monedas
de credibilidad cuyo valor se eleva por encima del dinero, consiguiendo con
gestos de humildad lo que a veces no consigue comprar todo el oro del mundo.
Usadlas, hijos míos, siempre:
el ser humano, en lo más profundo, alberga la necesidad imperiosa de confiar en
los demás para sentirse acompañado.
Usadlas, hijos míos, siempre:
no salgáis nunca de casa sin estas palabras colgadas en el llavero donde un día
prendisteis la llave de vuestro hogar.
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