Rotura de cadenas: generación que no sabe hacer nada.

 


Hay una sabiduría generacional que hasta aproximadamente el 2006 (fecha del Boom de las pantallas táctiles y aparición de las primeras redes sociales), se iba transmitiendo de padres a hijos. Era algo así como una cadena de información donde los padres, en el tiempo que compartían con sus hijos, les enseñaban, haciéndolo juntos, a resolver los problemas cotidianos de andar por casa.

Un grifo que gotea, una puerta descolgada, un electrodoméstico que no funciona correctamente, una bombilla fundida, una rueda pinchada de la bicicleta, coser una prenda rota, quitar alguna mancha difícil de la ropa, pintar una habitación, hacer bizcochos, sofritos y cocina básica, …

Desde que surgieron las pantallas, esa cadena se está rompiendo. 

Cada vez nos cuesta más enseñar a nuestros hijos esos conocimientos básicos porque en el poco tiempo libre que les queda en el día a día tras el cole y las extraescolares, prefieren engancharse a las pantallas antes que hacer cosas con papá o mamá. Y nosotros, que no podemos competir con Tic-Toc o la Play, lo dejamos estar y así, además, terminamos antes.

Cuando no hay cole, ya sean festivos o vacaciones, la desgana y la apatía con que responden cuando le proponemos que nos ayuden, nos hace sentir culpables por obligarlos a seguirnos sacándolos de su círculo de bienestar (que básicamente suele ser tumbados en el sofá viendo la tablet). Por lo que, de nuevo, lo dejamos estar y lo hacemos nosotros solos.

 

Me da mucha pena admitirlo, pero lo cierto es que estamos gestando una generación de jóvenes sin habilidades, sin conocimientos domésticos, sin imaginación, sin poder resolutivo, sin motivación ni perseverancia. Solo vacío y, como si fuera una droga más (que para mí lo es), una búsqueda constante de pantallas para evadirse de un presente que les grita a la cara que no valen para nada.

 

Me parece muy triste que un adolescente, para poder poner una lavadora o apretar un tornillo, tengan que ver un tutorial de youtube. O que, simplemente, se refugien en el “es que no sé” para así poder pasar página esperando que se resuelva solo.

 

Van a surgir muchos problemas con las generaciones futuras. Problemas que sufriremos todos: Ellos, por no haberles enseñado a cuidarse. Y nosotros porque, si no saben cuidarse, llegado el momento, ¿cómo van a cuidar de nosotros?


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